18 noviembre 2007

Internet y las relaciones interpersonales

Internet puede definirse como una red de redes de ordenadores que comparten datos y recursos. Existe una conexión de redes a nivel mundial que permite a los ordenadores y a las personas comunicarse entre sí en cualquier parte del mundo. Esto nos permite tener acceso a información y personas que de otra forma no sería posible.
El abaratamiento de los costes de conexión, las mejoras tecnológicas y la llegada masiva de los ordenadores personales a los hogares, está produciendo un crecimiento exponencial de los usuarios y que Internet pase de ser solo una herramienta de investigación en las Universidades y servicios de defensa, a convertirse en un instrumento imprescindible para ocio y negocio.
Pero Internet es mucho más que un divertimento, para algunas personas se convierte en el medio alrededor del cual gira buena parte de sus vidas. Desde el punto de vista de la comunicación permite crear grupos, asociaciones y comunidades virtuales con un objetivo o interés en común que solo es posible en este medio que elimina las distancias geográficas. A esto es a lo que se llama globalización.

La red de redes tuvo sus orígenes en Estados Unidos a fines de la década del 60 como estrategia político-militar, sin embargo y como sucede con muchos proyectos, ésta fue sobrepasada por sus potencialidades y posibilidades, por lo que su desarrollo se hizo extensivo a toda la población, posicionándose como herramienta clave de lo que había empezado a configurarse como la "globalización".

Los jóvenes se han transformado en el sector de población más importante con acceso a Internet en los Estados Unidos, país en que aproximadamente 30 millones de niños menores de 18 años actualmente utilizan Internet y más de 40 millones se conectarán de aquí al año 2005, según las previsiones. Dada la gran cantidad de jóvenes que tienen acceso a la red, la amenaza que supone la actividad virtual es seria. De hecho, el auge en el uso de Internet entre los jóvenes norteamericanos ha servido de aliciente para empresarios que ofrecen todo tipo de productos a los jóvenes mediante este poderoso medio de comunicación.

El acceso a Internet creció un 19% en los hogares argentinos, y el sector que se destacó fue el de las conexiones por banda ancha, que aumentaron un 83%. Así lo indica un informe -que compara datos de marzo de 2007 con cifras del mismo mes del año pasado-presentado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Latinoamérica se ubica en el promedio mundial de penetración de Internet en el mundo, suman 85.040.000 usuarios, lo que representa el 15,35%. La región ha experimentado un crecimiento importante en los últimos seis años que suma 433%.
Los latinos en general tienen formas similares de usar Internet, aunque es importante destacar algunas diferencias que hacen cada grupo muy interesante. Lo que más le gusta a los latinoamericanos de la red es la rapidez para conseguir información (69,2%), disponibilidad las 24 horas (66,9%) y cantidad y variedad de información (55,8%). Por otro lado lo que menos le gusta son los virus informáticos (75,4%), los hackers (49%) y el Spam (48,6%)
Los cybercafés se constituyen como la principal forma de acceso a Internet, excepto en Puerto Rico y México donde las conexiones desde el hogar son las más comunes. El ranking lo siguen las conexiones en hogares, trabajos y centros de estudios.
Los usuarios de la región se autocalifican en su mayoría como medios y básicos, encontrándose que los expertos y avanzados predominan en Puerto Rico, Colombia y Chile.

Ahora bien las opiniones sobre la función que Internet puede cumplir en las relaciones entre las personas son variadas y mantenidas indistintamente por internautas o no, profesionales de disciplinas relacionadas con el tema o personas interesadas en observar, lo cierto que este nuevo canal de comunicación, por su auge, es un misterio los fenómenos de interacción humana son los más preocupantes. Algunas opiniones se definen como que:

- Internet puede resultar un medio que contribuye al aislamiento de las personas que pasan horas y horas frente a su ordenador, alejándolas de los contactos y las relaciones más próximas y reales.

- Puede representar la solución para que las personas inicien y mantengan un número considerable de relaciones diversas y gratificantes.

- Los usuarios adictos a los chat poseen unas determinadas características personales y el uso excesivo de este medio puede desencadenar la manifestación de determinadas patologías.
- Los internautas fantasean mantener unas relaciones cuando no van más allá de iniciar meros contactos virtuales y por tanto falsos o no reales.

- Es sorprendente que en la Red existan personas que se enamoran y abandonando todo se deciden a acortar los miles de kilómetros que les separan de su media naranja.

Con frecuencia identificamos comunicación con lenguaje. El lenguaje pasa a ser así prueba de toda evidencia, "Es así, pues tú aquel día me dijiste...". Habitualmente olvidamos que las palabras muestran sólo en parte lo que pensamos y sentimos cuando nos expresamos y que nuestras características personales y vivencias se convierten en filtros cuando escuchamos a los otros.
Pero en nuestros intercambios emitimos y recibimos información de diferentes formas. Los gestos, la entonación de la voz, los silencios, las posturas corporales, etc. confirman o desaprueban nuestras palabras, les dan énfasis o las hacen intranscendentes. Las reacciones emocionales trasmitidas de diferentes formas se convierten en su telón de fondo. En definitiva, el contexto define y da sentido a una determinada relación.
¿Qué pasa entonces cuando la mayoría de la información que se da en la comunicación humana habitual no existe? ¿Qué tipo de interacción se produce? ¿Con qué consecuencias? La esencia social del ser humano le lleva a relacionarse con los demás. Incluso la propia identidad sólo le será posible encontrarla y desarrollarla en la interacción con los otros.

Los especialistas afirman, que según los resultados de su investigación, la mayoría de la gente entra en Internet por una curiosidad intelectual, el principal incentivo es la búsqueda de información, pero posteriormente ésta deja paso a la relación con los demás como primera motivación para continuar en la Red. Es entonces cuando las personas empiezan a unirse por intereses, en las listas de correo, los chat, etc. y los lazos comienzan a estrecharse.
Es aquí cuando aparecen algunas de las ventajas y utilidades más arriesgadas de la Red, cubriendo desde la dimensión individual hasta la social.
Cuando alguien a solas escribe un mensaje relatando alguna experiencia personal está estructurando y reelaborando sus pensamientos, la simple expresión ya puede ser útil, pero si además se da la respuesta del otro, podrá convertirse en una excelente ocasión para recibir apoyo emocional. Es más, en un estudio realizado por la Asociación de Usuarios de Internet de España los cibernautas afirmaban que el uso de la Red les había posibilitado mejorar sus relaciones interpersonales habituales.

Pero con el desarrollo de Internet y su crecimiento exponencial no solo ha cambiado nuestra manera de relacionarnos también han aparecido los primeros casos de psicopatología relacionados con la red. El trastorno de dependencia de la red se ha conocido con muchos nombres: desorden de adicción a Internet –Internet Addiction Disorder (IAD)- (Goldberg, 1995), uso compulsivo de Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet – Pathological Internet Use (PIU)- (Young y Rodgers, 1998b).

Para la gente el concepto de adicción incluye tomar drogas, la mayoría de las definiciones sobre lo que es una adicción se centran en el abuso de sustancias. Sin embargo hay un movimiento creciente de autores que encuentran una serie de conductas potencialmente adictivas, incluyendo muchos comportamientos que no implican el consumo de drogas. Estas adicciones no químicas incluirían conductas como el juego, el sexo, el trabajo o las compras y tal vez pronto podamos incluir el internet.

En España el 39 por ciento de los encuestados declara sentirse 'enganchado a la red', según las primeras conclusiones del estudio, que precisa que el 29 por ciento de los usuarios, con edades comprendidas entre los 14 y 25 años, se conectan a Internet más de cuatro horas al día durante todos los días de la semana.
Además, el 95 por ciento de los encuestados se considera usuarios habituales de la red, el 70 por ciento le dedica más de dos horas al día, y el 46 por ciento la usa todos los días de la semana.
En cuanto a los problemas que conlleva el uso de los canales de comunicación, sólo aquellos que utilizan Internet más de cuatro horas al día durante todos los días de la semana confesaron que esta situación 'había sido motivo de discusión con su familia e incluso había llegado a impedirles cumplir sus obligaciones académicas o laborales.

Como en casi todo, la dimensión beneficiosa o perjudicial que Internet posee, depende del uso que se haga de ella.
Ya es clásica la idea de que a lo nuevo se le adjudique todo tipo de consecuencias negativas, buena manera de impedir el avance y responsabilizar de todo tipo de males a lo que está por venir y todavía escasamente se conoce.
Sin embargo otra posibilidad sería, analizar e investigar los beneficios que este medio puede reportar a personas y grupos, para facilitar y divulgar su acceso.
¿A quién o a quiénes podría perjudicar que la evolución de Internet propiciase el desarrollo de las capacidades individuales y comunitarias de las personas?


Conclusión

Como todo desarrollo tecnológico al principio genera mucha incertidumbre y temor por parte de ciertos sectores, lo cierto que Internet es algo cotidiano y que ya forma parte de nuestras vidas, tanto es así que muchos ya no podrían vivir sin él. Lo único que podemos hacer es enseñar a las nuevas generaciones a saberlo utilizar y que él no nos utilice a nosotros. El uso temperante y sensato siempre es principio de equilibrio, ¿Estaremos a tiempo de conseguir un equilibrio razonable?

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